Escucha el himno del Open 2012

EN EL CORAZON DEL MUNDO

Algunas fotos del encuentro aquí:


enTodo moviliza
a familias de espiritualidad ignaciana
para la celebración
del Encuentro Mundial de las Familias,
la más universal convocatoria
para que en todo el mundo
nos comprometamos
en las fronteras de la familia
y con las familias de las fronteras.


Familias refugiadas: hogares que buscan lugares

Solidarizarnos familia x familia mediante el SERVICIO JESUITA DE REFUGIADOS 

Descarga el documento de reflexión en PDF:

En junio de 2012, tras el Encuentro Mundial de las Familias en Milán, numerosas familias nos concentramos en Madrid bajo el lema “enTodo” para celebrar y agradecer los frutos de dicho encuentro de todas las familias del mundo. A la vez quisimos sentirnos unidos a tantas familias dispersadas por el mundo perseguidas por la violencia sufriendo la condición de refugiados. Hace ya más de treinta años que el Padre Arrupe nos comprometió a todos con esas familias refugiadas mediante el Servicio Jesuita de Refugiados (JRS: Jesuit Refugee Service). 

Ya hemos celebrado el Open 2012

Escucha el testimonio de Olga Sastre, que participó tanto en el Encuentro de Milán como en nuestro OPEN 2012, en el Programa Iglesia Noticia de COPE del pasado 1 de julio

Ya podeis ver en la web el vídeo resumen del encuentro de Familias Ignacianas y el manifiesto final. También podéis leer aquí la presentación inicial.

Además, aquí tenemos la carta que el P. General, Adolfo Nicolás, ha dirigido al encuentro de familias Entodo y la Oración de las Fronteras, en youtube.

También podemos continuar reflexionando con el documento que hemos elaborado con los discursos de Benedicto XVI.

Aquí puedes oír la entrevista a Fernando Vidal en Radio Nacional de España. Programa Frontera. 30 de junio. http://media8.rtve.es/resources/TE_SFRONT/mp3/8/1/1341039706818.mp3

(Desde el principio hasta el minuto: 14:06. )


MANIFIESTO DE LAS FAMILIAS IGNACIANAS AL ACOGER LOS FRUTOS DEL EMF MILÁN’2012

AMAR Y SERVIR EN TODO PARA CREAR FAMILIA

EN LAS FRONTERAS DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

 Todavía vive en nosotros la gracia de la experiencia MAGIS en la Jornada Mundial de la Juventud del 2011, cuando este año 2012 vivimos también el Encuentro Mundial de las Familias con la experiencia ENTODO. El Encuentro Mundial de las Familias constituye cada tres años el acontecimiento más universal para concienciarnos acerca de la importancia de la realidad de la familia para la Humanidad y la importancia de que la Humanidad sea realmente una Familia unida. Las Familias Ignacianas nos unimos también a esa gran reflexión mundial sobre el valor de la Familia movilizando el interior de nuestras comunidades de fe, sociales, culturales, educativas, universitarias y el de cada uno de nosotros. Nos unimos a la celebración de la familia como fuente de sentido, lugar de bondad, vivencia de belleza y transmisora de la verdad. Y nos unimos a la gran diversidad de las familias del mundo, especialmente aquellas que se encuentran en las fronteras más críticas y dolorosas de nuestro tiempo. El EMF 2012 aviva nuestro compromiso con amar y servir en todo para crear familia en las fronteras donde se juega la Nueva Evangelización.

Reunidas las familias ignacianas en el OPEN 2012 -un evento para toda la familia ignaciana- para acoger el mensaje que Su Santidad Benedicto XVI nos transmitió en el EMF de Milán, sentimos que sus palabras nos afianzan en continuar nuestro hondo compromiso con las familias. Nuestra tradición ignaciana nos vincula entrañablemente al Papa y desde ese compromiso en el corazón de la Iglesia queremos hacer nuestras sus palabras en este encuentro con las familias del mundo.

Primacía pastoral de la hospitalidad con todas las familias

Ya desde los primeros compases del mensaje del Papa en Milán, éste nos ha exhortado como amigo a que el trabajo pastoral con las familias tenga un tono más atractivo y alegre. Profundiza la petición que escuchamos en el anterior EMF de Valencia para que en la acción en el ámbito de lo familiar la Iglesia sea principalmente propositiva. Esa interpelación confirma algo que todos sentimos muy dentro: la necesidad de que en la pastoral de familias ayudemos a entonar un estilo atractivo y abierto, que suscite la alegría y se haga sentir como propuesta, acogedor y hospitalario, cercano y celebrativo. Ese estilo propositivo, atractivo y alegre sabemos que es preciso encarnarlo especialmente en las fronteras y encrucijadas donde precisamente más se pone en juego el espíritu de familia y fraternidad.

Crear familia es el trabajo interior del apostolado de fronteras

La dedicación a crear familia es el trabajo interior del apostolado de las fronteras: allí donde la injusticia, la superficialidad o la violencia dañan lo humano, se requiere la movilización solidaria de las familias, el fortalecimiento de los hogares para proteger a quienes sufren y la encarnación del espíritu de familia al que Ignacio de Loyola nos llama a lo largo de todos los Ejercicios Espirituales ya desde su primera contemplación.

Para transformar mejor en las fronteras del mundo tenemos que servir y amar en las fronteras de las familias. Especialmente queremos discernir por dónde nos conduce el Espíritu en algunos de los principales dilemas de las familias abiertas a la vida y la solidaridad, las familias como escuela de compromiso y servicio para y con los demás, el cuidado y amor hasta el final entre las generaciones, la fortaleza institucional de los vínculos de familia, los avances en la solidaridad de género, la maduración de una relación de pareja que sea auténtica expresión de libertad y amor, la paz y seguridad en el hogar, la familia como lugar de profundización en la cultura e interioridad, el protagonismo de la familia como agencia de desarrollo integral y la protección de las libertades de las familias. Somos conscientes de los cambios que rodean a las familias y sabemos que en un mundo en cambio se hace cada vez más esencial que el discernimiento no sea sólo un hacer sino nuestro modo de estar.

Benedicto XVI nos dice que invitemos a todos más allá de cualquier barrera y convicción buscando una fraternidad que, en medio de los sufrimientos, sostenga a los otros y ayude a seguir. Sentimos redoblado el envío a ponernos con las personas en sus encrucijadas familiares y, desde el contacto cotidiano, comprender que el Espíritu Santo actúa en todo y todos. Como dice el Padre Adolfo Nicolás, General de la Compañía de Jesús, sentimos que la alegría del reconocimiento es el genio de la Evangelización. Y avivados por su espíritu de frontera somos conscientes que urge la creatividad, alternativas imaginativas y respuestas reales a preguntas reales para crear familia.

Familias para y con los demás

Queremos que desde el corazón de cada familia se encienda la luz de la paz que ilumine nuestro mundo para quienes necesitan ayuda y consuelo afligidos por preocupaciones, para las personas solas o en dificultad, para los desempleados, para los enfermos, para los encarcelados, para cuantos no tienen casa o lo indispensable para una vida digna. Que a ninguno de estos hermanos y hermanas nuestros les falte.

Siguiendo esa llamada de Su Santidad queremos redoblar nuestro compromiso y eficacia para ponernos en acción de inmediato y hacer todo lo que esté en nuestras manos para luchar más y mejor contra la competencia exasperada, las fuertes desigualdades, la degradación del medio ambiente, la carrera consumista, la pobreza en las familias, la mentalidad utilitarista que reduce las familias a mero interés y mina la solidez del tejido social. Especialmente queremos atender a la llamada del Papa para que nos hermanemos con comunidades y familias concretas.

Comprometidos desde nuestro patrimonio espiritual

Sentimos dirigido también a nosotros, laicos de espiritualidad ignaciana, la llamada que nos hace Benedicto XVI cuando nos dice: “Os toca ahora a vosotros, herederos de un glorioso pasado y de un patrimonio espiritual de inestimable valor, comprometeros para transmitir a las generaciones futuras la antorcha de una tradición tan luminosa. Vosotros sabéis bien cuán urgente es introducir en el actual contexto cultural la levadura evangélica. La fe en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, vivo entre nosotros, debe animar todo el tejido de la vida, personal y comunitaria, pública y privada, para que permita un «bienestar» estable y auténtico, a partir de la familia, que es preciso redescubrir como patrimonio principal de la humanidad, coeficiente y signo de una verdadera y estable cultura a favor del hombre.”

La entrega absoluta que exige amar y servir en la familia, nos impulsa a también amar y servir en todo como familia ignaciana en la Iglesia y el mundo. Aprendamos en familia el amor auténtico, el que viene de Dios y nos une a él, que supera las fronteras, orienta en las encrucijadas y nos convierte en una sola cosa hasta que, como en la contemplación para alcanzar amor, Dios sea todo para todos enTodo.

 

Madrid, 30 de junio de 2012