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Familia y enfermedad / Familia y Nuevas Tecnologías

Para el segundo coloquio contamos con tres investigadores de la Universidad Pontificia Comillas, que está muy especializada en la formación e investigación sobre familia. Rafael Jódar, de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales; y Carlos Pitillas y Fernando Vidal, del Instituto Universitario de la Familia.

Primero los ponentes hablaron de qué forma una enfermedad grave afecta a cada miembro de la familia. Carlos Pitillas nos acercó un estudio sobre cómo afectaba psicológicamente a los niños enfermos de cáncer el comportamiento de sus familiares una vez superada la enfermedad. Comprobaron cómo “Algunos chavales salían psicológicamente ajustados y otros con problemas en la fase de la supervivencia, y los factores objetivos no marcaban tanto la diferencia; los chavales con tratamientos más duros no necesariamente salen peor”. Si no que, explicó Pitillas “parece que hay otra serie de factores de naturaleza interpersonal. El niño comprende su enfermedad y lo transmite en sus cuidadores, entre todos construyen una imagen de la enfermedad. Lo que se hace y lo que se piensa influye: si los cuidadores son capaces de integrar y superar la enfermedad influye positivamente”. Otros factores en cambio complican como: “que el cuidador se enfade o sobreproteja al enfermo, que no se integre la enfermedad en la biografía familiar, o seguir sintiendo las mismas emociones que con el diagnóstico”. Los resultados preliminares de la investigación concluían que “Los factores interpersonales se relacionan con las secuelas psicológicas mucho más que los factores objetivos”.

Por su parte, Rafael Jódar, nos desmenuzó un estudio realizado a 250 personas que tienen un hermano con esquizofrenia (esta enfermedad la sufre una de cada 100 personas) sobre cómo les afectaba a ellos la enfermedad. Jódar explicó que: “Los hermanos sufren varias experiencias: la primera es de miedo a lo desconocido, ¿cuál será el devenir de la enfermedad?, la segunda es el miedo al descontrol, porque a veces los enfermos se agreden a sí mismos y/o a otros”. Es por ello que los padres quieren encargarse del hijo enfermo y que no afecte al hermano al que le dicen ‘no te preocupes de nada’ y sin quererlo levantan un muro invisible de distancia entre el hermano y los demás miembros de la familia. “La tercera experiencia –continúo Jódar- es la de la vergüenza, porque los enfermos a veces se comportan mal en sitios públicos, y entre otras cosas el hermano seleccion de su mundo a quién contarle la enfermedad de su hermano. Luego surge la tristeza porque se echa de menos al hermano que fue y se sufre al ver a los padres sufrir, o se sufre por ser desplazado en la dinámica de la enfermedad. Y por último, surge la rabia”. Sin embargo, la principal conclusión de la investigación fue que “aunque en los hermanos la enfermedad tiene impactos negativos (ej: cambia su proyecto de vida, sus relaciones), es mayor el impacto es positivo, porque se vuelven personas más responsables, y la enfermedad les hace mejores personas y más generosas”.

Por último ambos investigadores instaron a los familiares de enfermos a ayudarles mejor comunicándose más. “Hay que seguir hablando en dinámica familiar, escuchar y preguntar a la persona que tiene la enfermedad sobre ella, porque tendemos a relacionarnos con la enfermedad y no con la persona. Hay que preguntar ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? Hablemos directamente de la enfermedad; se le protege tanto al enfermo que se le rebaja la autonomía”.

Internet y las TIC

El coloquio continúo con la intervención de Fernando Vidal, sobre el impacto de Internet y las TIC en la educación de nuestros hijos. En primer lugar nos dijo que: “Internet y las TIC son un buen medio educativo si los padres enseñan, educan y acompañan a sus hijos. El 90% de los padres consideran que Internet es útil para que los hijos realicen los deberes y solamente un 34% piensa que Internet haga perder demasiado tiempo (…). Sin embargo, hay un 56% de padres que cree que es útil si se sabe buscar y sus hijos realmente no saben buscar y el 57% de los padres cree que en Internet hay riesgos y el valor de lo que exploran y encuentran no compensa”. Lo que sí opinan más de cuatro quintos de los padres es en que “no hay que dejar que los hijos exploren por su cuenta” ni que estén permanentemente conectados a Internet mientras estudian. También concluye la mayoría que es preciso enseñar a los hijos a manejar las TIC. Así explicó Vidal, “La brecha digital no consiste en los accesos e infraestructura sino que reside en los estilos educativos de las familias”.  De esta manera –continúo- “conforme menor son la clase social y el nivel educativo de los padres, menos dominio, participación y disfrute tienen éstos en el ámbito de las TIC, los hijos tienen mayor acceso a dispositivos, hay más horas de uso, con mayor libertad, y uso más solitario”. 

Como conclusiones manifestó que “los menores saben manejar suficientemente máquinas y programas informáticos, pero sus padres dudan de que estén incorporando las actitudes informacionales. Esas actitudes o competencias están relacionadas con la curiosidad, la sociabilidad, discernimiento, la participación o el emprendimiento. Hay acuerdo de un 66% de los padres en que las TIC sí hacen a sus hijos más curiosos, sin embargo el 73% de los padres no cree que las TIC hagan a sus hijos sociables, el 68% no cree que las TIC hagan a sus hijos críticos, el 75% no cree que las TIC hagan a sus hijos globales… etc.” Por tanto, una principal conclusión sería que nuestros hijos están informatizados pero no son informacionales.

Por último instó a los padres a: “comprometernos activamente en acompañar la educación de nuestros hijos” en el uso de las TIC porque “Los padres con mayor dominio, uso y disfrute de las TIC administran con mayor atención, restricción y acompañamiento el acceso y uso de sus hijos a las mismas (…) Cuando los padres manejan y disfrutan las TIC éstas tienen mucho más valor formativo y menos riesgos para sus hijos”. Además, lamentó que una gran mayoría de padres no conozcan recursos educativos en los medios de las TIC.